La malla electrosoldada utilizada en cierres de parcelas, cierre de obras y domiciliarios. Posee una gran resistencia debido a sus alambres transversales y la nervadura que recorre las hebras transversales. Esta misma nervadura, además de proporcionar mayor tensión, permite drenar aguas lluvias o de regadío que caigan cerca del cerco, prolongando la durabilidad del galvanizado de los alambres. Para aprovechar este beneficio, la malla debe ser siempre instalada con el pliegue de la nervadura hacia abajo. La malla se presenta con las dos primeras aberturas, superiores e inferiores, con una luz de 38 mm x 38 mm.